"Me gusta jugar a las tabas. Y al monopoly, pero sólo cuando soy la banca.
Me encanta jugar a las canicas, siempre gano. El juego de la oca es una idiotez. Aunque menos que las damas, el cubo de rubbik, y todas esas tonterías de los países del este.
Las adivinanzas no son lo mío. Los dados las cartas y la rayuela... están bien.
El corre que te pillo tiene un pase, pero eso es todo.
Pero hay un juego al que jamás hay que jugar. He dicho JA-MÁS.
Aunque os lo proponga vuestro mejor amigo. Me refiero a dejarse sepultar en un bloque de hormigón."
Me encanta jugar a las canicas, siempre gano. El juego de la oca es una idiotez. Aunque menos que las damas, el cubo de rubbik, y todas esas tonterías de los países del este.
Las adivinanzas no son lo mío. Los dados las cartas y la rayuela... están bien.
El corre que te pillo tiene un pase, pero eso es todo.
Pero hay un juego al que jamás hay que jugar. He dicho JA-MÁS.
Aunque os lo proponga vuestro mejor amigo. Me refiero a dejarse sepultar en un bloque de hormigón."
Para variar de estos temas tan profundos de los que hablamos (si pueden ser considerados así) dejo una parte de una de las mejores películas que he visto y la cual recomiendo. La historia de como conocí yo la existencia de esta película es muy simple, me la enseño Sofía (como otras tantas cosas), me gustaría compartirla con la gente porque creo que vale la pena verla. No os dejéis llevar por su titulo, no es la típica película adolescente de amor, va mas allá, no te dejará indiferente... Bueno aquí dejo su titulo "Jeux d'enfants. Quiéreme si te atreves".
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